Dar a luz en tiempos del coronavirus

Las embarazadas son uno de los grupos más susceptibles de contraer infecciones respiratorias virales como el Covid-19 debido a los cambios inmunológicos y fisiológicos que experimentan durante el periodo de gestación. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aclara que no hay pruebas que demuestren que corran un riesgo mayor a la hora de desarrollar una enfermedad más grave que el resto de la población infectada.

«Ahora sí que se me pasa por la cabeza que si cojo el coronavirus podría tener un bebé prematuro», cuenta por teléfono Cristina Igualada, de 37 años y embarazada de siete meses de su segundo hijo. «Cualquier tipo de inflamación o de proceso febril aumenta el riesgo de parto prematuro», argumenta Igualada, que trabaja junto a su marido Juan como médico en el servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid. Desde el pasado 11 de marzo vive en casa de sus padres, junto a su hija Alba de 19 meses. Fue ese día cuando Juan empezó a sentir dolor muscular y síntomas propios del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, así que le dijo a su mujer que lo más prudente era aislarse. No se equivocó, al cabo de una semana le confirmaron que había dado positivo.

«Le han dicho que permanezca en casa hasta que de negativo y, después, que deje pasar un par de semanas para reincorporarse al trabajo. Así que probablemente seguiremos separados otros quince días más», dice Igualada. «Nos llamamos cuatro o cinco veces por FaceTime. Lo que peor lleva es no ver a la pequeña ni comprobar cómo crece mi barriga», recalca.

A pesar de lo incómodo de la situación y de sus preocupaciones si contrae el virus, Igualada charla con tono sereno porque, según las últimas informaciones que ha leído, parece que si se contagia «no infectaría a al bebé antes de dar a luz». Hasta el momento, la comunidad científica no ha podido demostrar con certeza que las mujeres embarazadas enfermas de Covid-19 transmiten el virus al feto de forma vertical, es decir, a través del líquido amniótico, de la sangre del cordón umbilical, de la placenta o de la leche materna. Los estudios de referencia a nivel mundial que sostienen esta hipótesis se basan en pruebas que se han hecho a dos grupos de mujeres de Wuhan (China) que se contagiaron durante el tercer trimestre de gestación. En total, 18 embarazadas que dieron a luz a 19 bebés. Nada más nacer, les hicieron los test y el resultado fue negativo -un bebé prematuro falleció por otras causas ajenas al virus-.

El miércoles 8 de abril, Igualada tiene una analítica y, la semana siguiente, una revisión con el ginecólogo. «Ahora estoy preguntando a ver si me pueden hacer la analítica en un ambulatorio, porque el Marañón, que es el hospital al que me toca ir, está con bastantes infectados por coronavirus. Y, hombre, da algo de miedo. Y preguntaré al ginecólogo si es indispensable que vaya porque, si no, me lo salto», opina esta madrileña.

Lee el artículo completo en ‘Diario Información’ (Publicado el 31/03/2020 en Sociedad).

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