El 23 de mayo de 1.937, el buque de vapor SS Habana, con unos 4.000 niños procedentes del País Vasco a bordo, atracó en el puerto de Southampton, el mayor contingente de refugiados desplazados a Reino Unido en su historia. El exilio, provocado por el devenir de la Guerra Civil Española, iba a ser sólo por tres meses. Hoy todavía quedan algunos de los cerca de 400 ‘niños’ que, tras la guerra, se quedaron en Inglaterra. Sus palabras dan testimonio de una historia que se debate entre el olvido y la memoria, una historia que merece ser recordada.
“Toda la ciudad, de 7.000 habitantes más 3.000 refugiados, ha quedado lenta y sistemáticamente reducida a escombros”, relataba el corresponsal del Times en España, George Steer, en su crónica a propósito de los bombardeos de Guernika. El 26 de abril de 1.937 la Legión Cóndor y Saboia, a favor del bando nacional, bombardeaban la capital histórica y cultural vasca, centro centro clava de comunicaciones del bando republicano en el norte de la península Ibérica, dejando a su paso una estela de destrucción y muerte.
El clamor de la opinión pública mundial ante el terrible acontecimiento y la utilización de los efectos del bombardeo por el ejército alemán como arma política en la guerra fría que mantenía con Inglaterra hicieron que el gobierno Británico, hasta entonces reacio a recibir refugiados por su política de no intervención en la Guerra Civil, cambiara su postura.
Leer el artículo completo en Babylon Magazine #1 (2008)