Como cada mañana, Alberto Acedo se acerca al quiosco que regenta su hijo Sergio, de 26 años, en la Glorieta del Pintor Sorolla. Son las 7.40 de otro sábado a medio gas en el barrio de Chamberí. Echa una mano con la apertura y luego regresa a la portería de un edificio cercano donde trabaja …
